TaNgEr...última parada antes de cruzar el Estrecho.(Marruecos parte VII)

                             

Llegamos de Chaouen. De nuevo una estación de autobús caótica y algo alejada del centro y del puerto donde en varias horas teniamos que subirnos al ferry para estar de vuelta en Tarifa. No era la primera vez que estabamos en Tanger. En unas vacaciones recorriendo Cádiz cruzamos desde Tarifa. Cruzar el Estrecho fue lo que nos hizo pensar en Marruecos como futuro destino, y se cumplió.

Los puntos principales de la ciudad se pueden ver en un día, pero si se tiene más tiempo, mejor. Como la mayoría de las ciudades de Marruecos, Tanger está dividida en el casco antiguo (Medina) y la zona nueva (Ville nouvelle), con cierto aire colonial y trazado francés de principios de los años 30.



Para visitar la medina, nada mejor que comenzar en el Gran Zoco, en los alrededores de la plaza del 9 de abril. Aquí se dan cita gran número de mercaderes que se reúnen de jueves a domingo, vistiendo sus chilabas y sus sombreros de paja. ¿Productos? los que queráis: alimentación, electrónica, ropa, complementos, artesanía, segunda mano. A nosotros especialmente nos llamó la atención los puestos de menta, queso y de dátiles.
                                                                                          
 Desde el Gran Zoco hay una entrada a la medina, por la rue des siaghins que significa plateros, actividad a la que se dedicaban antes todos los comerciantes que había en esta calle, aunque en la actualidad hay tiendas de todo tipo. Muy cerca está el consulado francés y la única iglesia católica que se puede encontrar en todo Marruecos dentro de una medina.. Al terminar esta calle está el Zoco Chico, rodeado de viejos cafés y hoteles. Un sitio con mucho encanto para tomar algo. De aquí a la Kasba, no hay nada.


Para ir hacia la zona de playas y acantilados, nos subimos a un bus que nos llevó a Cabo Espartel. 

                  

Antes de llegar allí, hay que pasar por una zona de casas-palacios que contrastan con lo que se puede ver en el centro de Tanger. Pasada la zona residencial, se llega a un mirador desde donde se puede disfrutar de una magníficas vistas, el mirador de Perdicaris.

Hay varias playas en la zona, es interesante la playa de Robinson, muy cerca de las Cuevas de Hercules que fueron habitadas desde la prehistoria. La acción del mar y el viento ha producido multitud de erosiones, pero destaca una. Una curiosa ventana al mar que recuerda la silueta del continente africano.

 

Con Hércules se nos terminaba el viaje, oohhhhhhhhhhhhhhhhh. Compritas de ultima hora para llevar a casa: dátiles para mamá y aceitunas variadas para repartir con la familia. Las picantes triunfaron.


Desde el Ferry de vuelta a Tarifa miramos hacia tierras africanas con ganas de volver y con "allahu akbar" en los oídos,en recuerdo al llamamiento desde las mezquitas.


Cuanta razón tenía M-Clan.VOLVEREMOS A MARRUECOS!!!!


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