Figueres, puro DaLí...


Era imposible estar por la Costa Brava y no empaparnos de Dalí. Después de disfrutar de Girona nos acercamos a Figueres.

Llegamos por la mañana temprano. Es difícil aparcar por esta ciudad, la mayoría de los sitios o son peatonales o hay zona azúl, pero al lado de la estación de tren hay un parking que ofertan plazas a bajo precio si presentas un billete de tren. Hay lo dejamos.

Nos fuimos de cabeza hacia el Teatro-Museo de Dalí. No habíamos comprado entradas por internet así que esperábamos tener que hacer cola. Así fué, pero no llegó ni a los 40 minutos. Aprovechamos ese tiempo para fijarnos en los detalles del exterior.


Panes y átomos de hidrógeno, salen por todas partes, son uno de los motivos iconográficos del artista.

La entrada no puede ser mejor. Un patio con un jardín a cielo abierto que era el antiguo patio de butacas del Teatro Municipal de Figueres. En el centro hay una composición algo peculiar, un Cadillac taxi lluvioso como criadero de caracoles, una escultura de Ernst Fuchs, una columna que aguanta la barca de Gala y un paraguas negro. Es un conjunto impresionante que forman, según Dalí, el monumento surrealista más grande del mundo.


Las paredes de este patio están llenas de cosas: maniquís que parecen dar la bienvenida, restos de vigas quemadas, lavabos que asemejan ángeles, monstruos grutescos (que me encantaron) y obras realizadas para la Exposición Universal de París de 1900. En el suelo 4 pequeños setos en forma de G, la g de Gala.

Del patio, a través de las rampas, se abre un espacio impresionante: el escenario del antiguo teatro, coronado ahora por una cúpula que se ha convertido junto con los huevos de la fachada, en uno de los emblemas del museo.
 

Nada más entrar en este espacio sorprenden varias cosas. De frente, La isla de los muertos, enmarcada en el antiguo telón del teatro y a la izquierda un cuadro muy inquietante:  Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln.

Esta obra es un juego óptico impresionante. Desde cerca se ve claramente a Gala y todos nos preguntamos ¿qué hace en la composición un pequeño cuadro azúl con el retrato del presidente americano cerca del pie izquierdo de la musa de Dalí? enigma que se resuelve cuando nos vamos hacia la pared de enfrente y vemos desde otra perspectiva la obra, aparece Lincoln pixelado :)


Muy cerca de este cuadro está la Sala del Tesoro, que contiene algunas de las obras más importantes y conocidas, donde Gala está muy presente.

La planta baja está formada por la Sala se las Pescaderías, Dalí d´Or y la cripta del artista además de montajes y otras obras gráficas de Dalí.


En el primer piso está una de las instalaciones más esperadas por mi. Desde pequeña me había llamado mucho la atención esta composición, y ahora la podia disfrutar en vivo y en directo: SALA MAE WEST.


Es la creación de una habitación a partir de una imagen bidimensional, la pintada sobre un papel de periódico que se exhibe en el Art Institute de Chicago. Para tener una mejor perspectiva de la composición, hay que subir a lo alto de una escalera y mirar a través de una lente de reducción.

Pero no todo es pintura y composiciones, las esculturas tienen su espacio en diferentes salas de este piso y en los pasillos que la forman.


Desde la Sala Mae West, girando a la izquierda está una de las salas que más me gustó y no conocía: PALACIO DEL VIENTO. Presidida por un impresionante techo pintado del que la sala recibe su nombre.


Todo el mundo sabe mi gusto por fotos de piés y estos son especialmente llamativos. Dalí y Gala vistos por los piés :)



Este espacio alberga uno de los primeros autorretratos del artista así como cuadros y composiciones interesantes y más que conocidas:

                                  

Casi terminando el extenso recorrido por el museo está la LOGGIA, dedicada a juegos ópticos: estereoscopias, anamorfosis y hologramas. Una sala que permite jugar con el arte, a la que hay que dedicarle tiempo y que según comprobamos a l@s niñ@s les encanta. No me extraña.

                  



Obras tan simples y tan curiosas como algo imperceptible al principio y que al verse reflejadas en botellas de ponche caballero ofrece otra imagen. Obras que se homenajean en la ciudad, en alguna plaza dedicada a Dalí.


Y si la entrada al Teatro Museo y su contenido es chulo, la otra fachada, quizás la más reconocida por todos, no lo es menos. Puro Dalí en homenaje a Gala.


Con tanto arte en ojos y cabezas y tanto calor, necesitábamos un respiro. Tocaba una limonada casera y super rica  en un local muy especial y muy retro, EL ROYAL, en plena Rambla de Figueres.


Figueres, una parada obligada al recorrer esta zona. 

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